20 enero 2009

CULTURA Y DERECHOS INDÍGENAS


"Existen todas las condiciones para la creación de una ley indígena. Los indígenas, y me consta que los mayos aquí en Sinaloa y en muchas partes del país, tiene propuestas de lo que sería una ley indígena. Lo que veo es muchísima insensibilidad de parte de nuestra clase política para aprobar eso. Nuestros gobernantes, nuestros diputados, nuestros líderes que se reclaman clase política en el estado y en todo México deberían ser más sensibles a este reclamo": Francisco López Bárcenas

MOCHICAHUI, El Fuerte.- Francisco López Bárcenas, abogado mixteco, especialista en derecho indígena y autor de una docena de libros en la materia, asegura que hay un equívoco entre plantear una diferenciación entre derechos indígenas y derechos no indígenas, porque en realidad son cuestiones distintas.
"Plantearía primero: todos los mexicanos, incluidos los indígenas, tenemos los mismos derechos individuales, todos. Pero, aquí hay que hacer una acotación, una cosa es la igualdad de derechos, otra cosa es la igualdad ante la ley, y otra cosa es la igualdad de derechos respetando las diferencias.
"Derechos iguales para todos: es que todos tengamos libertad, que todos tengamos seguridad, que todos tengamos la propia igualdad y que tengamos derecho a la vida, eso es indiscutible, son garantías mínimas que requiere todo ser humano para no dejar de ser persona.
"No es que los indígenas estén planteando más derechos o derechos específicos para ellos. Lo que están planteando es un reconocimiento como pueblos y a partir de ahí ejercer los derechos mínimos que tenemos todos los mexicanos".
"Por ejemplo: ahorita estamos platicando, pero soy mixteco y si le habló en lengua mixteca seguramente no me va a entender. Pero yo sí tengo derecho a hablar mi lengua.
"Lo que estamos planteando ahí es que yo, por ser poseedor de una cultura que usted no tiene, tengo el derecho a manifestarme de acuerdo a esa cultura.
"El derecho es el mismo. El derecho a la libertad que tenemos a comunicarnos todos, el ejercicio es diferente, cada quien lo hace en el contexto en que está planteando, de ahí se dice que los derechos indígenas o los derechos que reclaman los indígenas no son derechos individuales son derechos colectivos: derecho a tener sus propios gobiernos, derecho a tener sus propios territorios, derecho a usar su propia lengua, derecho a una educación intercultural".



A pesar de lo anterior, México se reconoce como una nación pluricultural o multicultural:


"Somos, de palabra porque así lo reconoce la Constitución Política, una nación multicultural.
"La verdad es que todas nuestras leyes, todas nuestras instituciones y todas nuestras políticas públicas se realizan como si sólo hubiera una cultura aquí. Pero ni siquiera una sola cultura porque, por ejemplo, acá en el norte del país, el noroeste, no podemos decir que es la misma cultura que en el centro, aún siendo mestiza; tampoco podemos decir que la del centro sea igual a la del sur, aún siendo mestiza tiene sus variantes.
"Pero se torna más difícil hablando de cuestiones indígenas. Porque detrás de las culturas indígenas hay una cosmovisión muy fuerte.
"Hay términos incluso que no son traducibles. Cómo traduzco derecho, en mizteco, por ejemplo, no tenemos una palabra que traduzca derecho. Lo traducimos como justicia. Cómo traduzco colectivo, tal vez como armonía o algo así; los significados son distintos y no necesariamente coinciden, y si tomamos en cuenta que el lenguaje es una forma de expresar lo que uno siente, piensa e intelige, pues hay problemas en eso.
"Tenemos un problema grave en México de que si nos declaramos multiculturales, lo presumimos y hasta lo ponemos en nuestra Constitución, pero, los periódicos nunca se les ha ocurrido escribir una página en lengua mayo, por ejemplo, eso hablaría de políticas multiculturales.
"Afortunadamente he podido estar en el país Vasco, en España, los diarios son en dos lenguas en euzquera y en castellano. Hablan euzquera en la universidad y en todas las instituciones públicas y no es que no sepan hablar castellano, lo saben muy bien; pero están ejerciendo su derecho a expresarse en su propia lengua. Cosa que en México no hacemos".



¿Cuál es su percepción de los encuentros indígenas que organiza el gobierno sea estatal o federal, como es el caso del Festival Yoreme?.


"Ubico dos posiciones en México y en muchos países de América Latina y del mundo sobre lo indígena: lo indígena no se puso de moda en México porque hayan surgido los zapatistas, es una manifestación de las crisis que hay sobre los estados, sobre las formas que tenemos de organizar nuestra vida pública.
"En ese sentido noto dos líneas: por una parte efectivamente los gobiernos siguen teniendo conceptos tan equivocados como creer que los indígenas somos pobres. El hecho de que estemos pobres los indígenas no quiere decir que ese sea un rasgo identitario, también hay mestizos que son pobres y también hay indígenas que son ricos, lo indígena es otra cosa. Pero hay esa tendencia a conceptualizarlo así.
"Hay otra propensión a folclorizar lo indígena como la cara bonita de un México que no queremos reconocer que tiene otro tipo de manifestaciones. Generalmente se proclama en expresiones folclóricas y culturales en el sentido más general del término de que hay manifestaciones que exhiben máscaras y trajes, y que tampoco eso es todo lo indígena, lo mismo podría decirse de la música y la danza.
"Hay otra tendencia también a decir que lo indígena es la lengua materna, siendo rasgo importante no es lo esencial. Lo esencial es que diferentes culturas que implican diversas formas de ver la vida, que implica diversas formas de organizarse, diversas formas de concebir la justicia, diversas formas de ver todo este mundo, de soñar la vida, y que ese debería ser lo profundo del tratamiento a lo indígena.
"Por otro lado veo la reivindicación propia de los pueblos indígenas. Por ejemplo, ahorita estamos en el cuarto Encuentro Yoreme del Sinaloa, pero los discursos que estamos escuchando son completamente opuestos entre lo que dicen los indígenas y lo que dicen los ponentes.
"Por un lado, unos que dicen que queremos que nos reconozcan, que queremos esto. Qué tan difícil es hacer una ley indígena, y, por el otro, los que dicen que vamos a estudiarlo y vamos a verlo; o sea, no estamos hablando lo mismo.
"Los pueblos indígenas estamos hablando de una necesidad concreta que tenemos ahorita y en este espacio de construir algo distinto, un estado distinto en donde podamos vivir todos los mexicanos indígenas y no indígenas. Creo que ese es el reclamo central de los pueblos indígenas y al gobierno realmente le falta mucha voluntad, ha mostrado poca sensibilidad para atender realmente estos reclamos.



¿Entonces, considera usted que no existe una real intención de reconocer los derechos indígenas?.


"No lo veo por ningún lado de parte del gobierno. Eso es muy grave porque se están viendo manifestaciones muy fuertes, Chiapas fue una llamada muy importante, pero si uno le escarba en cualquier espacio puede encontrar demostraciones de este tipo.Por ejemplo, tuve oportunidad de estar en el gobierno federal como director de procuración de justicia en el INI, --puesto al que renunció porque no le gustó la política que estaban siguiendo el gobierno federal-y en una ocasión llegó un grupo de seris, de Sonora, en una de las peticiones que me hicieron decían que sus abuelos les habían dicho que Porfirio Díaz les declaró la guerra y querían que los ayudara a encontrar la declaración de guerra.
"Eso fue por un lado, por el otro, sus abuelos les dijeron que no supieron si habían levantado la declaración de guerra y querían que les ayudara a encontrar ese documento.
"Fuimos a rastrear el archivo histórico de Sonora, y efectivamente hay una declaración de guerra que hace Porfirio Díaz. Le pone precio a la cabeza de los seris, y lo que no encontramos fue que algún gobierno posterior haya levantado la declaración de guerra. Entonces cuando entrego ese documento los gobernadores seris dijeron: 'que parece que todavía estamos en guerra'.
"Esa es la conciencia de muchos pueblos, no lo queremos ver así, pero así está. "Creo que en ese reclamo específico el gobierno debería decir que ya no estamos en guerra, y como ese podemos encontrar muchos casos.
"Como mixteco que soy me he interesado en la problemática agraria de Oaxaca y lo que he encontrado es que es un estado que tiene 570 municipios, cuenta con 656 conflictos agrarios, reconocidos por el gobierno.
"Y aquí tenemos problemas que no queremos ver. Por ejemplo en Sinaloa se habla mucho de los mayos (yoremes), pero creo que no se han dado cuenta que el grupo mayoritariamente indígena es el mixteco. Lo dice el Inegi, no lo dice Francisco, la mayor población indígena de Sinaloa es mixteca.
"En este estado, por la misma migración, van a pasar cosas. Ahora ya tienen chiapanecos porque hay una universidad que se reclama indígena; entonces Sinaloa se va a volver un estado multicultural. Y si desde el punto de vista del gobierno no toma acciones políticas para atender su problemática, entonces aquí va a suceder algo que no sabemos qué puede ser".
"Además hay una realidad muy concreta: todos vivimos aquí, nadie se va a ir a la luna a vivir. Más nos vale recomponer la casa, acomodar bien los muebles, hacer espacio para todos y establecer reglas que nos permitan una mejor convivencia. De otra forma creo que vamos a tener problemas, podemos tener problemas serios.



*Entrevista realizada en el marco del coloquio Yorem'mes Nación y Cultura Indígena con la temática Cultura y Derechos Indígenas y Las Instituciones de Educación Superior y de Cultura y sus Vinculaciones con las comunidades indígenas, en el marco del Cuarto Encuentro Yoreme de Sinaloa, en 2002.

Con esta publicación comienza una serie de reportajes que trabajé hace varios años cuando era la coeditora del suplemento cultural Ancla y Estrella del periódico El Debate. Serán publicados sin ningún orden y espero les guste su lectura.